Es por eso que el packaging, y su cuidadoso estudio, es un elemento fundamental en la dinámica del mercado moderno.
La relación que solemos tener con los objetos de uso cotidiano es principalmente de carácter sensorial: tamaño, forma, material, color, percepción olfativa, son elementos que participan en la definición del producto final.
La eficiencia de un equipo calificado no está dada solamente por las habilidades técnicas de sus integrantes, sino también por la capacidad de poner su experiencia al servicio del cliente: es por eso que ofrecemos nuestro asesoramiento en la fase de implementación y desarrollo del proyecto, para que el consumidor pueda tener una experiencia optimal.
Este es el enfoque con el que abordamos sistemáticamente cada proyecto. Botella, etiqueta, tipología de bebida, imagen del fabricante, mercado de referencia, uso final son solamente algunas de las variables que se analizan para poder desarrollar el mejor cierre posible para cada producto.
Somos un poco artistas y un poco científicos, en la mejor tradición del “genio” italiano. Solo así es posible transmitir todo lo que hay detrás de un producto: la historia, la elaboración, la tradición, los colores, los aromas, y hacerlos complementarios a la experiencia de uso y degustación, elemento imprescindible a la hora de quitar el tapón a un vino, un destilado o un aceite de oliva virgen extra.
Sensaciones que se perciben sólo si se cuidan con atención, convirtiéndose en pequeños placeres cotidianos que condicionan el éxito de un producto.
Esta es nuestra filosofía y por eso amamos tanto nuestro trabajo.