Producir un tapón es para nosotros una experiencia que involucra a muchos y diferentes profesionales, dentro y fuera de la empresa.
Desde el primer contacto de nuestro equipo comercial con el cliente se desencadena un camino que comienza con el análisis de necesidades específicas, pasando por el diseño y la elección de los materiales y finaliza con la entrega del producto al cliente final.
Por eso en Supercap hablamos de “experiencia”.
Un cierre es para nosotros un camino compartido que involucra a nuestros profesionales y al cliente en cada paso del camino, en un único trabajo de equipo.
Por eso pensamos que es importante crear una relación con cada cliente, que vaya más allá de ser meros proveedores.
Para nosotros, la atención al cliente es tan fundamental como la investigación y el desarrollo de nuevos materiales y nuevos productos.
El tapón es cualquier cosa menos un objeto simple y banal: de hecho contiene un “saber hacer” extremadamente complejo y articulado.
Sus características y especificaciones técnicas varían según el contextode aplicación: tenemos taponespara vinos y destilados hasta dosificadores de aceites y vinagres.
Preservar en el tiempo y mantener inalteradas las características del contenido es una misión posible sólo si cada miembro del equipo que lo desarrolla trabaja en armonía.
Por lo tanto, es muy importante traducir las necesidades del cliente de la manera correcta y luego desarrollar el proyecto entero de manera eficiente, desde la elección de los materiales ideales hasta la entrega puntual del producto terminado.
Solo así es posible dar a cada cliente y a cada botella un tapón que potenciará y protegerá el contenido.
Un trabajo continuo que nos lleva a alcanzar nuevas metas y nuevos éxitos.